Considerado como el más característico símbolo del ingenio y la producción metalmecánica argentina, ya que su desarrollo y producción fueron la piedra fundacional de la primera industria metalmecánica del Estado Argentino.
Su nombre hace alusión a la acción del vehículo de marchar sobre el residuo de la cosecha, conocido como «rastrojo», siendo a su vez el objetivo principal para el que fuera diseñado, ya que su desarrollo estuvo destinado a la movilización de la producción agrícola argentina de manera eficiente, a la vez de ser un vehículo pensado para su adquisición por parte de las clases más bajas de la sociedad, debido a su relativo bajo costo de mantenimiento. El primer diseño y desarrollo del Rastrojero, fue obra de los ingenieros Raúl Gómez, Rubí Luterau y Félix Santiago Sanguinetti, apoyados por el entonces director de IAME, Brigadier Juan Ignacio San Martín.
Los primeros 1000 llevaron motores nafteros, posteriormente cuando en el país se da comienzo a la fabricación de motores diesel se los equipa con los INDENOR de BORGWARD ARGENTINA.
El Rastrojero se embarcaba en IAME (FMA) en el Ferrocarril Mitre para ser distribuido a los concesionarios del territorio nacional. También fue exportado a Centro América, Cuba y Sudamérica.